BEHAALOTEJÁ 2023
El porcentaje de secularización en la educación sionista religiosa y cómo corregirlo
Los datos de secularización en el seno de los egresados de la educación religiosa de los que se suele hablar distan de ser reales y en realidad se ubican en menos de un veinte por ciento.
La corrección de los defectos del sistema educativo sionista religioso no llegará a través de una imitación del método jaredí, ya que este implica renunciar a valores fundamentales tales como el servicio militar y la participación en la construcción y la mejora del mundo.
Cuando posponer la bendición por la renovación de la luna para la salida del Shabat implica recitarla casi a mitad de mes, es preferible renunciar a la magnificencia que implica hacerlo cuando aun estamos imbuidos de la atmósfera sabática y recitarla en días de la semana.
En definitiva, sin quererlo, los rabinos que publicaron esos datos generaron un “atentado educativo”. En vez de promover procesos positivos y señalar discreta y serenamente posibles mejoras a implementar, algunas de las cuales podrían provenir también de la adopción de prácticas comunes en el público jaredí, afectaron duramente a la enseñanza sionista religiosa, ya que nada es más perjudicial para la formación de los jóvenes que hacerles sentir que se encuentran en un sistema educativo fallido.
Pregunta: En los últimos años hay rabinos que espetan una grave acusación en contra del público sionista religioso: la educación sionista religiosa fracasó en comparación a la jaredí. De entre los hijos del sector sionista religioso un cincuenta por ciento se seculariza al tiempo que entre los jaredim este porcentaje es ínfimo.
Hubo incluso quienes llegaron a proporcionar números presuntamente exactos: del sistema educativo jaredí jasídico solamente un 2% abandona la práctica religiosa, entre los egresados del sistema jaredí lituano deserta un 3% y entre los del sistema educativo jaredí sefaradí un ocho y medio por ciento. Por su parte, entre los egresados del sistema educativo sionista religioso jaredí (jaredí leumí) se seculariza un 21%, entre los egresados del sistema educativo sionista religioso común la secularización es de un 31% y en el religioso liberal la secularización alcanza un 51%. En resumen, aproximadamente un 30% de los religiosos sionistas abandonan la educación recibida y se secularizan. Según sostienen algunos de esos rabinos, la conclusión es dura y dolorosa, las diferentes corrientes del público sionista religioso deben admitir que la educación estatal religiosa (jinuj mamlajtí datí – jamad) ha fracasado y adoptar la senda de la educación jaredí para evitar que esta situación se repita y perpetúe.
Datos incorrectos
Respuesta: A pesar de que en apariencia las críticas formuladas se basan en investigaciones y datos exactos, la verdad es que los datos reales son totalmente distintos. Ya en los datos de la pregunta nos topamos con una seria contradicción. El primer dato que aparece al inicio de la pregunta habla de un 50% de abandono de la práctica religiosa, y en la segunda parte, cuando los números se discriminan por sector resulta que se trata de un 30%.
Aparentemente, el error tiene su origen en varios motivos. En primer lugar, la inclusión de datos provenientes de varias generaciones cuando en realidad el número relevante es el de la presente generación. En segundo lugar, se incluye a hijos de nuevos inmigrantes, y como es sabido, la educación de inmigrantes implica un gran desafío y posee aristas particularmente dificultosas. En tercer lugar, los jaredim que se pasaron al sector religioso camino a su secularización se contaron como parte de la deserción del sionismo religioso. En cuarto lugar, un alto porcentaje de los alumnos que asisten a escuelas de la red pública religiosa sionista (jamad) provienen desde el inicio de casas seculares o solamente tradicionalistas.
En resumen, de acuerdo con lo que sabemos, el abandono de la práctica religiosa en el seno del público sionista religioso es de menos del 20%. Por su parte, entre los jaredim el porcentaje es mucho mayor que el informado, ya que uno de los “preceptos” que este público «observa» es el de ocultar datos de este tipo. Espero que en alguno de los futuros artículos pueda brindar datos más cercanos a la realidad sobre cada uno de los diferentes sistemas educativos.
Proceso de mejora
Si bien hace cuestión de dos generaciones el porcentaje de personas que abandonaban la práctica religiosa era muy alto, de todas maneras, lamentablemente, esa era la situación imperante en todas las corrientes religiosas y jaredíes tanto en Israel como en el extranjero.
Además de ello, quienes sostienen que la educación sionista religiosa ha fracasado pasan por alto el proceso que se ha venido dando. En los años cercanos al establecimiento del Estado de Israel el porcentaje de abandono de la práctica religiosa era aproximadamente un 80%, y en un proceso gradual de mejora la educación religiosa se fortaleció al grado de que hoy el porcentaje de secularización se redujo a un 20%.
Por supuesto que siempre se puede y se debe mejorar, pero en un momento en el cual la educación sionista religiosa está en medio de un proceso de fortalecimiento al tiempo que en la jaredí se vislumbran problemas crecientes no cabe argüir de manera generalizada que la educación sionista religiosa haya fallado y la jaredí haya sido coronada con el éxito.
Estímulos equivocados
Indirectamente, los rabinos que publicaron esos datos erróneos inducen a los hijos del sector sionista religioso a sumarse al sector jaredí o a imitarlo, para que un porcentaje mayor de sus miembros mantenga su práctica religiosa. Sin embargo, esta propuesta no es factible ya que la educación jaredí se basa en un modelo de sociedad cerrada, y mientras se mantenga el contacto con parientes o amigos por fuera del sector o se preserve el vínculo con la sociedad israelí en general la educación jaredí no puede ser exitosa. Un ejemplo de ello podemos aprenderlo de las personas que se volvieron religiosas (baalei teshuvá) y se sumaron al público jaredí – el porcentaje de deserción de sus hijos es muy elevado, mayor que el de los hijos de los que se acercaron a la religión judía en la versión sionista religiosa.
La renuncia a elementos centrales de la Torá
Además, quien argumenta en contra de la educación sionista religiosa hace caso omiso del gran desafío que enfrentamos. Para proteger a los niños de la secularización, el público jaredí renunció a varios de los fundamentos más importantes de la Torá. Desechó la participación en el precepto de (conquistar y) poblar la tierra de Israel, el precepto de servir en el ejército, partes del precepto de amar al prójimo como a uno mismo y del mandato de la Torá de no promover disputas divisivas (majloket). Al renunciar al estudio de las ciencias y al fomento del trabajo renunció también a la participación en la construcción y la mejora del mundo, amén de decretar la pobreza sobre una multitud de judíos, contrariamente a lo que indican varios de los mandamientos de la Torá que están destinados a ayudar a los pobres a salir de su situación de necesidad. Además de todo ello, el público jaredí renunció a la posibilidad de entender la Torá con grandeza, y tal como dijera el Gaón de Vilna, todo aquel que carece de entendimiento en alguna de las ciencias carece cien veces más de comprensión de la Torá, ya que la sabiduría y la Torá van de la mano.
En efecto, enfrentar todos estos desafíos requiere de una tarea ardua y compleja, pero según la Torá, es nuestro deber hacerlo, y ¡cuán grave es la transgresión de quienes desestimulan a quienes intentan cumplir todas las partes de la Torá! Cuanto menos, quienes sostienen que el público sionista religioso debe imitar al jaredí, deberían agregar también abierta y explícitamente que para ello es preciso renunciar a partes importantes de la Torá.
Atentado educativo
En definitiva, inintencionalmente, los rabinos que publicaron esos datos generaron un “atentado educativo”. En vez de promover procesos positivos y señalar discreta y serenamente posibles mejoras a implementar, algunas de las cuales podrían provenir también de la adopción de prácticas comunes en el público jaredí, afectaron duramente a la educación, ya que nada es más perjudicial para la formación de los jóvenes que hacerles sentir que se encuentran en un sistema educativo fallido. Cuánto más aun cuando la realidad es totalmente opuesta, y es justamente en el seno del sistema educativo religioso sionista que resulta posible que surja un público que observe los preceptos de la Torá del modo más recto y egresen los más grandes estudiosos de la Torá.
No mencioné los nombres de los rabinos que sostienen que la educación sionista religiosa ha fracasado ya que no quise resultar ofensivo o zaherir su honor ya que su intención fue buena. De todas maneras, es preciso aclarar estas cuestiones a la luz de la verdad de la Torá.
Final del tiempo para recitar la bendición por la renovación del ciclo lunar (birkat halevaná)
Pregunta: Al finalizar el pasado Shabat, en la noche del 8 de Siván, cuando teníamos que recitar la bendición por la renovación del ciclo lunar en todo el país nos vimos afectados por una pesada tormenta de polvo que impedía divisar la luna y bendecir. ¿Es posible recitar esta bendición el próximo sábado por la noche, la noche del 15 de Siván? Y, además, ¿resulta conveniente hacerlo?
Respuesta: según todas las opiniones se puede recitar birkat halevaná el próximo sábado por la noche hasta la hora 21:53, y a quien se le haga tarde podrá hacerlo durante toda la noche basándose en la opinión de la amplia mayoría de los juristas halájicos.
Detallemos mejor. El tiempo para recitar birkat halevaná es hasta el final de la noche del día quince del mes, ya que hasta entonces la luna se encuentra aun llena para dar luego comienzo a su fase menguante, por lo que no se recita la bendición desde la noche del dieciséis en adelante (Shulján Aruj Oraj Jaím 426:3).
Sin embargo, a priori, es mejor tomar en cuenta la opinión del Maharil, quien entiende que no se debe bendecir por la renovación de la luna después de pasada la mitad de su ciclo, esto es, después de que hubieren pasado catorce días, dieciocho horas y veinte minutos desde el novilunio. Al comienzo de la noche del día catorce casi nunca se pasa la mitad del ciclo, y en la noche del quince unas veces sí y otras no (Ramá 426:3, Kaf HaJaím 53). En la práctica, el próximo sábado por la noche (Motzaei Shabat) que será quince de Siván, según el Maharil se puede recitar la bendición por la renovación de la luna hasta las 21:53, y en caso de demoras, se podrá hacerlo hasta la finalización de la noche (Beur Halajá 426:3, Yabía Omer 8:42).
¿Acaso conviene esperar hasta la conclusión del Shabat?
De todas maneras, a priori, era preferible recitar birkat halevaná el domingo, en la noche del nueve de Siván, pues entonces la nube de polvo ya se había disipado y era posible divisar la luna. Si bien en virtud de la importancia de birkat halevaná, que se asemeja en cierta forma al recibimiento de la Divina Presencia, los hijos de Israel acostumbran a recitarla al concluir el Shabat pues en ese momento todos se encuentran aun vestidos con prendas bonitas (Shulján Aruj Ramá 426:2), en nuestro caso particular hay dos motivos por los cuales habría sido mejor adelantarse y recitarla el domingo pasado. En primer lugar, resulta preferible adelantar el recitado a posponerlo. En segundo lugar, se teme que el próximo sábado por la noche pudiera volver a presentarse algún tipo de inconveniente que nos impidiese divisar la luna por lo que perderíamos así la oportunidad de recitar la bendición. Detallemos más.
Comienzo del momento de recitado de la bendición
Según la opinión de muchas de las eminencias medievales (rishonim) el tiempo del recitado de la bendición por la renovación del ciclo lunar comienza el primer día en que la luna resulta visible, tal como escribiera el Rabino Ya’akov Rokeaj (Trípoli, Libia) en su libro “Shulján Lejem HaPanim” esto se condice con la opinión de Rabí Amram Gaón, el Baal Halajot Guedolot, el Rif, el Rambám, el Rosh y más. Asimismo, el Bait Jadash escribió que del texto de la Guemará se entiende que no se debe posponer el recitado de birkat halevaná más de siete días, y esto también surge de los conceptos del Rambám, quien considera que es preferible adelantar el recitado todo lo posible.
No obstante, según la opinión de algunos de los sabios medievales corresponde esperar hasta que la luna crezca un tanto y resulte posible disfrutar un poco de su luminosidad (Talmidei Rabenu Yoná, Rabí David Abudarham, Kolbó y otros). Hay quienes dicen que se debe aguardar hasta que pasen tres días completos desde la aparición de la luna (Rabí Sa’adiá Gaón, Talmidei Rabenu Yoná) pues entonces ya resulta posible disfrutar de su luminosidad. Y hay otros eruditos que sostienen que deben pasar siete días, ya que entonces realmente es posible comenzar a disfrutar de la luz de la luna (Responsa de Rabí Menajem Azariá de Pano 78). Asimismo, esa es la opinión de los grandes cabalistas encabezados por Rabí Yosef Yiktilia, quien establece que según la Cabalá es preciso esperar siete días por cuanto que la luz de la luna que se renueva alude a la renovación del ser humano, y cada vez que hay un desarrollo nuevo se teme que la cualidad del rigor (midat hadin) afecte negativamente al crecimiento de este nuevo ciclo, por lo que resulta preferible esperar siete días, semejantes a los siete días de la Creación, ya que entonces la luz se estabilizó y ya no resultaba posible afectar al novel inicio.
En la práctica, acostumbramos a recitar la bendición por la renovación del ciclo de la luna al culminar el Shabat para hacerlo vestidos con la elegante indumentaria sabática. Según la costumbre ashkenazí, marroquí y la de la mayoría de las comunidades del norte de África se dice birkat halevaná al concluir el Shabat que cae a partir de tres días de pasado el novilunio (molad). Según la usanza sefaradí y la jasídica la bendición se recita al culminar el Shabat que cae con posterioridad al séptimo día del mes (Pninei Halajá Zmanim 1:30:23).
En resumen, dado que según la opinión mayoritaria de las autoridades halájicas es mejor recitar la bendición al inicio del mes, y dado que el primer sábado por la noche disponible del mes de Siván cayó después del séptimo día del mes, es oportuno no posponer más el recitado. Además, en el verano se corre el riesgo de que al concluir el Shabat que cae un día quince del mes la luna no sea visible, y por ese motivo también hubiera sido preferible adelantar el recitado y efectuarlo el domingo pasado.
