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Encendido de velas de Janucá

Encendido de velas de Janucá

 

La janukiá puede ubicarse en la entrada de la casa o en la ventana, de preferencia en aquel sitio donde la publicitación del milagro resulte mayor.

Los sefaradíes que anhelen recitar cada uno la bendición del encendido en su propia janukiá pueden respaldarse en las opiniones de los rabinos Mordejai Eliahu y Masás.

En eventos multitudinarios de los que participen personas que posteriormente no habrán de encender velas en sus hogares corresponde prenderlas recitando las bendiciones correspondientes y para ello, es preferible honrar con el encendido a alguien no observante de entre el público presente.

Cuando se viaja a un encendido de velas familiar es preciso tener el recaudo de encender la janukiá en el propio hogar previo a la partida.

Si quien se demora ha de llegar pasadas las nueve de la noche es preferible no esperarlo y encender más temprano. Quien llega tarde debe tener cuidado de participar del encendido de una janukiá y de escuchar la bendición allí donde se encuentre. En caso de no poder hacerlo, y si no se trata de una ocasión aislada, es preferible que proceda según la usanza ashkenazí y tenga en mente que no habrá de cumplir el precepto con el encendido familiar y al llegar a su hogar que encienda por sí mismo las velas y recite las bendiciones.

Dijeron nuestros sabios que el sitio más recomendable para encender las velas es junto a la entrada de la casa, afuera del lado izquierdo, de modo tal que quede la mezuzá del lado derecho y las velas en el izquierdo, y así, quien pase por la puerta estará rodeado de preceptos (Tratado de Shabat 21(B)). Esto implica que en el pasado no se temía que el viento pudiera apagar la janukiá que se encendía en la entrada de las casas pues estas estaban construidas con gran aglomeración y entre estas no soplaban fuertes vientos. Sin embargo, en la actualidad, si se encienden velas del lado exterior de la puerta de entrada a la casa el viento las puede de apagar. La única manera de cumplir el precepto con excelencia y encender tal como lo recomendaron nuestros sabios es hacerlo dentro de una caja de vidrio.

Sin embargo, no vimos que nuestros sabios hayan ordenado comprar cajas de vidrio y por ello, quien así lo desee, puede encender las velas en el interior de su hogar. En caso de que encienda las velas en la ventana que da a la vía pública, habrá de publicitar el milagro con excelencia, al igual que quien lo hace en la entrada de sus casa, pero no tendrá el privilegio de que quien ingrese se vea rodeado por preceptos (Pninei Halajá Zmanim 13:2).

¿La entrada a la casa o la ventana?

Pregunta: Cuando una persona posee una caja de vidrio en la cual puede encender las velas del lado exterior de la entrada a su casa, pero ese sitio especifico no es visible desde la vía pública, y por otra parte, si las enciende sobre el alféizar de la ventana los transeúntes podrán verlas, ¿dónde resulta preferible colocar la janukiá?

Respuesta: Respecto de ello las autoridades halájicas han debatido. Hay quienes dicen que es preferible encender del lado izquierdo de la puerta de entrada pues es el favorito de nuestros sabios, y de ese modo la persona se ve rodeada de preceptos: la mezuzá a su derecha y las velas de Janucá a su izquierda. Otros entienden que es preferible encender junto a la ventana ya que el motivo principal por el cual se estableció el encendido en la entrada a la casa es para incrementar la publicitación del milagro. En la práctica, consideramos que, si bien resulta virtuoso encender las velas en la puerta de entrada al hogar, es más excelente hacerlo junto a la ventana. En caso de que la puerta de entrada dé a las escaleras del edificio es preferible encender junto a la ventana que los transeúntes pueden divisar desde la calle o los vecinos pueden observar desde la vivienda de enfrente.

Cuando varios de los miembros de la familia encienden janukiot, tal como lo acostumbran a hacer los ashkenazíes, que uno encienda del lado exterior de la puerta de entrada y otro que lo haga junto a la ventana (Pninei Halajá 13:2).

Cuando el encendido en las escaleras del edificio molesta a los vecinos

Pregunta: Si una persona desea cumplir con excelencia encendiendo las velas junto a la puerta de entrada que da a las escaleras de un edificio en el cual viven también gentiles o judíos a quienes estas les molesta el encendido en virtud del humo que produce o porque dificulta el traslado por el pasillo, ¿es necesario tomar en cuenta su opinión?

Respuesta: Si la ley o el reglamento del edificio respaldan la actitud de quienes piden que no se encienda en las escaleras – estará prohibido hacerlo allí y se deberá cumplir el precepto en el interior del hogar tal como acostumbran a hacerlo muchos de los hijos de Israel. En caso de que la ley o los reglamentos permitan el encendido en las escaleras, si bien hacerlo allí implica una cierta excelencia en el cumplimiento, consideramos que es más excelente (mehudar) tomar en cuenta a los vecinos y encender las velas dentro del hogar. En caso de que se disponga de una ventana que da a la vía pública, de más está decir que es preferible hacerlo al interior del hogar. Sin embargo, si el pedido de quienes se oponen al encendido obedece a una actitud desafiante o a mala voluntad, siempre y cuando la ley o el reglamento respalden a quien desea encender las velas en las escaleras – no será necesario tomar en cuenta la opinión de los vecinos.

Las velas

Todas las velas son aptas para el encendido de Janucá, siempre y cuando puedan arder por lo menos durante media hora. Si numerosas personas ven la janukiá desde la vía pública, resultará preferible colocar velas que duren largas horas para publicitar aún más el milagro.

Las velas de Janucá que son encendidas en la víspera de Shabat deben arder al menos durante una hora y cuarto, ya que se prenden antes del inicio del día sagrado, pero precisan iluminar al menos media hora pasada la salida de las estrellas.

A priori, para publicitar el milagro es preciso escoger una vela cuya luz sea sumamente agradable. Por ello, muchos eligen velas de cera o parafina cuya luz es especialmente bonita. Por su parte, hay autoridades halájicas que sostienen que es preferible encender con aceite de oliva ya que rememora el milagro de Janucá que ocurriera con ese combustible.

Lámparas o focos eléctricos

La gran mayoría de los juristas coinciden en que no se cumple con el deber de encender velas de Janucá por medio de focos eléctricos. Sin embargo, en lo referente a las velas de Shabat según muchas eminencias se puede cumplir con el encendido por medio de lámparas o focos eléctricos. La diferencia entre las diferentes velas radica en que en el caso de las de Shabat el objetivo último es incrementar la luz, al tiempo que las de Janucá deben recordar el milagro que aconteció con la menorá o el candelabro del Templo de Jerusalém, y por ello, es preciso que las velas que encendemos hoy se asemejen a las de entonces (Pninei Halajá 12:8).

Según la usanza sefaradí, ¿pueden los niños encender velas?

Según al costumbre sefaradí solamente la persona mayor del hogar es la que enciende las velas de Janucá, y en caso de que también los niños deseen intensamente encender la janukiá podrán encender velas sin recitar la bendición correspondiente. En el caso de quien tenga hijos que estén muy ansiosos por bendecir, o si su progenitor desea mucho que también ellos lo hagan – podrá respaldarse en la opinión del Rishón Letzión el Rabino Mordejai Eliahu, de bendita memoria, que permitió que niños menores de la edad de Bar Mitzvá enciendan velas y reciten las bendiciones.

Y, si también luego de ello los niños desearen volver a encender velas recitando las bendiciones y su padre está de acuerdo con ello, podrán respaldarse en la opinión del Rabino Shalom Masás, de bendita memoria, debiendo tener la intención de no cumplir con el precepto por medio del encendido de su padre, y recitando las bendiciones correspondientes (Yalkut Shemesh Oraj Jaím 192).

El encendido de velas en fiestas y en eventos públicos

Muchas personas acostumbran a publicitar el milagro con excelencia encendiendo janukiot en toda ocasión en la que se reúnen personas, como en el caso de un Bar o Bat Mitzvá, en casamientos, cuando se efectúan fiestas de Janucá o cuando se reúne público para escuchar una conferencia. Sin embargo, las eminencias halájicas de las últimas generaciones debatieron respecto de si se puede o no bendecir al encender velas en estas circunstancias. En la práctica, quien así lo desee puede respaldarse en la opinión de los que entienden que en este tipo de instancias es posible encender las velas recitando la bendición, y así corresponde proceder a priori cuando entre el público presente hay personas que no son cuidadosas en la observancia minuciosa de los preceptos. En un caso así, es incluso preferible honrar con el encendido a una persona secular y de esa manera quedará claro que las velas pertenecen a la generalidad del pueblo de Israel, tanto a los observantes como a quienes no lo son (Pninei Halajá 12:15, 18).

¿Es preciso reducir la jornada laboral a los efectos de encender las velas en el horario de salida de las estrellas?

Pregunta: Una persona que acostumbra a regresar del trabajo a las 19:00, ¿precisa acortar su jornada laboral para poder encender velas al salir las estrellas, esto es, a las 17:00?

Respuesta: De ser posible, es bueno esforzarse por regresar temprano a casa para encender las velas ni bien salen las estrellas. Sin embargo, si ello habrá de provocar pérdidas económicas o incomodidades significativas será posible encenderlas más tarde, en el horario en el que la persona acostumbra a retornar.

Esto es así ya que a priori, es preciso encender en el horario establecido por nuestros sabios (Tratado de Shabat 21(B)): «Desde que se pone el sol y hasta que las personas dejan de caminar por el mercado», lo cual según la mayoría de las autoridades halájicas significa que se deben encender las velas al salir las estrellas (a las 17:00) debiendo arder durante una media hora pues hasta entonces las personas solían regresar aun a sus hogares de sus quehaceres y al pasar veían las velas y de ese modo el milagro lograba publicitarse. En caso de necesidad imperiosa, encendían velas también después de ese horario recitando las bendiciones correspondientes.

En la actualidad, aunque no se trate de una necesidad imperiosa, a los efectos de evitar una pérdida significativa o una incomodidad de envergadura se permite posponer el encendido de las velas hasta el horario de regreso del trabajo, ya que los sabios establecieron que se encendieran al salir las estrellas y en la media hora posterior a los efectos de publicitar el milagro, pues ese era el horario en que la gente transitaba por la calle rumbo a sus hogares, y al oscurecer, las velas se veían nítidamente y quienes regresaban tarde a sus hogares y estaban aun en circulación las veían, pero más tarde las calles se vaciaban ya que no había alumbrado público. En cambio, hoy en día disponemos de luz eléctrica y de alumbrado público en las calles por lo que continuamos trabajando después de que oscurece, y por ende, el milagro se publicita con igual intensidad varias horas más tarde. Por lo tanto, en caso de necesidad es posible posponer el encendido de las velas hasta el horario de regreso del trabajo.

No obstante, es preciso tratar de adelantar lo más posible el retorno a casa para encender las velas, y que no sea después de las 21:00, pues esa es la hora hasta la cual regresan a casa incluso quienes suelen trabajar hasta tarde. En caso de necesidad apremiante, es posible encender las velas después de las 21:00 intentando siempre adelantar el encendido lo más posible y hacerlo en un horario en el que las personas suelen estar todavía despiertas. En caso de que no se pudiera encender hasta entonces, a posteriori, se puede encender las velas durante toda la noche, pero se permite recitar las bendiciones solamente a condición de que haya una persona despierta en la casa o en la calle que vea las velas (Pninei Halajá Zmanim 13:8).

¿Se espera a un cónyuge que se retrasa en su regreso a casa?

Pregunta: ¿Cómo corresponde proceder cuando uno de los cónyuges no puede regresar a casa al salir las estrellas? ¿Es preferible que su pareja encienda las verlas al salir las estrellas o es mejor esperarlo hasta que regrese?

Aparentemente, según la Halajá, sería preferible que el cónyuge que se encuentra en el hogar encienda las velas al salir las estrellas y de esa manera, por medio de ese encendido, haga cumplir a su pareja ausente con el precepto. Sin embargo, en la práctica, en la mayoría de los casos es preferible esperar al regreso de la pareja ya que si quien se demoró en volver no habrá de escuchar el recitado de las bendiciones en otra parte – es preciso esperarlo. E incluso si pudiere escuchar las bendiciones en otra parte, si cabe temer que pudiera ofenderse porque se cumplió el precepto en su ausencia o si se teme que su conexión con el precepto pudiera verse afectada es preciso esperar a que regrese.

En caso de que así lo desearen, cabe que los miembros de la pareja acuerden entre sí que el cónyuge que se encuentre en el hogar encienda las velas en tiempo recitando las bendiciones correspondientes y cuando el que se demora regrese las encienda también recitando las bendiciones (Pninei Halajá 12:4:2).

Respecto de si esperar o no a hijos o hijas según las usanzas sefaradí y ashkenazí

Según la usanza sefaradí solamente uno de los miembros de la familia enciende la janukiá para todos y según el mismo criterio por el cual se espera a que el cónyuge ausente regrese – se espera a cada uno de los integrantes del núcleo familiar.

Sin embargo, si quien se demora ha de llegar pasadas las nueve de la noche es preferible no esperarlo y encender más temprano. Quien llega tarde debe tener cuidado de participar del encendido de una janukiá y de escuchar las bendiciones allí donde se encuentre. En caso de no poder hacerlo, y si no se trata de una ocasión aislada, es preferible que proceda según la usanza ashkenazí y tenga en mente que no habrá de cumplir el precepto con el encendido familiar y al llegar a su hogar que encienda las velas por sí mismo recitando las bendiciones.

Según la costumbre ashkenazí, dado que cada uno enciende su propia janukiá no se espera a un cónyuge que se demora, y cuando este llega enciende la suya para sí recitando las bendiciones correspondientes.

Quienes están invitados a encender las velas donde el abuelo

Pregunta: En una de las noches de Janucá acostumbramos siempre a viajar a lo del abuelo para el encendido y luego nos quedamos allí a comer. ¿Es posible cumplir con el precepto mediante ese encendido o debemos volver a encender las velas en nuestra casa?

Respuesta:  Según muchas de las eminencias halájicas es preciso encender las velas en aquella casa donde se duerme por la noche, y por ello, ustedes no cumplen con vuestra obligación al encender en lo del abuelo (ver Pninei Halajá 13:9). Por lo tanto, es correcto que uno de vosotros encienda las velas en el hogar al salir las estrellas y luego viajen a lo del abuelo, y al llegar, que él encienda las suyas con gran esplendor en presencia de toda la familia y acto seguido siéntense a comer.

No comer hasta el encendido de las velas

Quienes se demoran en encender las velas tras la salida de las estrellas deben tener el recaudo de no ingerir una comida fija, ni el volumen de un huevo de alimentos panificados (mezonot) ni beber una bebida alcohólica previo al encendido de las velas (Pninei Halajá 12:13).

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