Suscríbete y recibe nuestro Newsletter

No te lo pierdas, artículo Halájico del Rab Eliezer Melamed viendo la actualidad en ojos de la Tora.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Últimos artículos

Suscríbete y recibe nuestro Newsletter

No te lo pierdas, artículo Halájico del Rab Eliezer Melamed viendo la actualidad en ojos de la Tora.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

La figura del erudito Rabino Shamai Guinzburg (5665-5757, 1905-1997)

La figura del erudito Rabino Shamai Guinzburg (5665-5757, 1905-1997)

 

El Rabino Shamai Guinzburg, uno de los principales protagonistas del episodio de las conversiones en Viena, era un jasid de la corriente de Gur y un sionista entusiasta que a una temprana edad forzó a sus padres a inmigrar a la tierra de Israel.

Tras trabajar algunos años para mantener a su familia, al tiempo que estudiaba Torá, recibió el ofrecimiento de fungir como ayudante personal (shamash) del (autor del libro) Ba’al Imrei Emet, el Rebe de Gur, ganándose un especial afecto de parte del líder jasídico.

Durante la guerra de la independencia, a instancias del Rebe de Gur, se enroló al ejército y luego activó en la Agencia Judía, donde brindó servicios religiosos para los inmigrantes.

El joven Rabino Shamai deseaba intensamente que su familia inmigrara a la tierra de Israel, y se cuenta que a raíz de que sus padres expresaran su desacuerdo con la idea, les dijo que si se quedaban en Polonia él se enrolaría al ejército polaco, y acto seguido se presentó en la oficina de reclutamiento, de modo tal que si no partían hacia la tierra de Israel en cuestión de una semana él debería enrolarse. Ante semejante situación, sus padres se vieron forzados a considerar seriamente la posibilidad de hacer aliá y materializar su sueño.  Su padre acudió donde el Rebe de Gur para consultarle qué hacer, y antes de que alcanzara a hablar este le dijo: ¡Buen viaje!

A modo de continuación de la historia de las calumnias contra las conversiones de Viena de la que me ocupe en los anteriores artículos, en la presente nota hablaremos sobre el Rabino Shamai Guinzburg, una de las figuras centrales de este episodio, que era el responsable de los asuntos religiosos en la Agencia Judía, el encargado de la constitución del tribunal rabínico especial de conversión que funcionó un tiempo en la capital austríaca y aquel que asesoró al Rabino Alter Steinmatz que fue quien se ocupó de los prosélitos en la práctica.

El Rabino Shamai nació en Polonia en el año 5665 en el seno de una familia acomodada de la comunidad jasídica de Gur. En su juventud estudió con los rabinos Shim’ón Shkup, Menajem Zamba, D’s vengue su sangre y el Rebe de Ostrowitza. Era inteligente y de rápida captación y destacaba especialmente por su fenomenal memoria. Ya desde su mocedad era ducho en la totalidad del Talmud, y se cuenta que podía estudiar una hoja de Guemará y al poco tiempo recitarla de memoria al derecho y al revés. Con el correr de los años continuó estudiando hasta que llegó a memorizar muchos de los libros de nuestros sabios talmúdicos, de bendita memoria, de los rabinos medievales y de los de las recientes generaciones. Se cuenta que el Rabino Shlomo Zalman Auerbach decía que en vez de ir a enseñar cargando con una estantería completa rebosante de libros era más práctico llevar consigo el teléfono de Rabí Shamai Guinzburg, e incluso dos semanas antes de su fallecimiento cotejó fuentes con Rabí Shamai. El Rabino Jaim Banish, autor de libro «HaMidot BaHalajá» (‘las medidas en la Halajá’) contó que en una ocasión le pidió a Rabí Shamai un resumen de todo los sitios del Talmud donde aparece la medida de longitud de ‘zeret’ (dedo meñique, medida bíblica que aparece en la Torá en la construcción del Tabernáculo, N. de T.) y en el acto se lo dio.

Rabí Shamai era conocido también por su habilidad para los idiomas. Ya desde joven dominaba los idiomas hebreo, yiddish, ruso y polaco. Posteriormente aprendió alemán, inglés, árabe e italiano, y a los efectos de poder trabajar con los inmigrantes del norte de África aprendió también francés. Era entendido en diferentes ciencias y se decía que jamás nadie lo derrotó jugando al ajedrez.

Su llegada a la tierra de Israel

El joven Rabino Shamai deseaba intensamente que su familia inmigrara a la tierra de Israel, y se cuenta que a raíz de que sus padres expresaran su desacuerdo con la idea, les dijo que si se quedaban en Polonia él se enrolaría al ejército polaco, y acto seguido se presentó en la oficina de reclutamiento, de modo tal que si no partían hacia la tierra de Israel en cuestión de una semana él debería enrolarse. Ante semejante situación sus padres se vieron forzados a considerar seriamente la posibilidad de hacer aliá y materializar su sueño.  Su padre acudió donde el Rebe de Gur para consultarle qué hacer y antes de que alcanzara a hablar este le dijo: ¡Buen viaje!

En el año 5686 (1927), contando con 22 años, su familia se estableció en el Moshav Balfuria en el Valle de Jezreel en una parcela grande que habían adquirido. Deseaban desarrollar actividad agrícola mas no fueron demasiado exitosos en ello.

En la tercera gira de los rabinos por la tierra de Israel, en el mes de Yiar del 5687 el Rav Kuk llegó a Balfuria y se encontró con el joven Rabino Shamai, reconoció su genio y le recomendó continuar estudiando Torá. Rabí Shamai viajó a Jerusalém y estudió por un tiempo en la Yershivá Merkaz HaRav y luego continuó sus estudios en la Yeshivá Sfat Emet de los jasídicos de Gur en esa misma ciudad. Pasado un tiempo, también sus padres se mudaron a Jerusalém donde abrieron un hostal para estudiantes de yeshivá del cual obtuvieron su sustento.

Trabajo

En el año 5692, a la edad de veintisiete, se casó con Miriam Berkowitz, una muchacha proveniente de una familia de jasídicos de Wishnitz. Tal como era costumbre entre los jasidim, Rabí Shamai trabajaba para mantenerse, pero tenía el recaudo de estudiar al menos cinco horas diarias, por lo general en la biblioteca de las yeshivot Jevrón o Porat Yosef o en la Biblioteca Nacional. Era una persona muy enérgica y durante varios años trabajó como albañil. Tal como parece, siendo una persona poseedora de una memoria formidable, podía repasar su estudio y hasta profundizar en él mientras se desenvolvía en tareas físicas.

Era simpatizante del movimiento sionista al igual que su hermano que también era jasídico de Gur y a la par de la familia de su esposa que eran jasídicos de Wishnitz. Sus familias estaban vinculadas al movimiento Po’alei Agudat Israel (Obreros de Agudat Israel) que en aquel entonces pertenecía al partido Agudat Israel y se ocupaba del asentamiento en el país. El hermano de su mujer, el Rabino Moshé Avital (Berkowitz) que estudiara junto a él en la Yeshivá Sfat Emet, con el correr del tiempo se convirtió en un oficial de alto rango en el Rabinato del Ejército de Defensa de Israel.

Ayudante personal del ‘Imrei Emet’

En el año 5700 (1940) el Rabino Abraham Mordejai, Rebe de Gur y autor del libro ‘Imrei Emet’ se asentó en la ciudad Jerusalém, y el Rabino Shamai que en aquel entonces tenía 35 años, recibió el ofrecimiento de dejar su empleo y pasar a fungir como ayudante personal del Rebe que para aquel entonces tenía 74 años. Ejerció el puesto durante ocho años hasta el fallecimiento del Rebe en el año 5708 (1948). El Rebe disfrutaba mucho de contar con un ayudante personal estudioso de la Torá y de brillante genio intelectual con quien podía hablar por medio de insinuaciones talmúdicas. Se cuenta que si bien Rabí Shamai era muy fuerte corporalmente jamás empujó a otra persona.

Cabe señalar que el Imrei Emet valoraba mucho al Rav Kuk y desde que se reunió con él en el año 5681 adoptó una actitud positiva hacia el asentamiento en la tierra de Israel. Por mérito de ello, impulsó a muchos de sus seguidores a emigrar y adquirir en ella parcelas, y esta fue la base de que en la actualidad Gur sea el grupo jasídico más numeroso del país.

Rabí Shamai escribió un librillo titulado ‘Perek Zijronot’ (Memorias) sobre los últimos años de vida del Imrei Emet, que incluyen actos sorprendentes o milagrosos que allí observó. Por ejemplo, cuando le mencionaban una persona enferma y no decía ‘refuá shelemá’ (‘que sane por completo’), Rabí Shamai ya sabía que esa persona no viviría. Asimismo, cuenta que el Rebe de Gur apoyaba a los combatientes de los movimientos clandestinos por la independencia de Israel y previo a la realización de operativos especialmente arriesgados enviaban esquelas (kvitlej) al Rebe para que rezara por ellos, y posteriormente el Rebe le ordenaba a Rabí Shamai que las quemara para que no pudieran ser confiscadas por los policías británicos. Otras esquelas solía conservarlas consigo por varios días para continuar orando.

Cuenta que siempre intentó satisfacer los pedidos del Rebe salvo en contadas ocasiones. Por ejemplo, después que debilitado a raíz de su avanzada edad, se resbalara y cayera, el médico aconsejó que alguien durmiera con él en su habitación a lo cual el Rebe accedió, pero cuando le acompañaba a cada paso que daba le dijo: «No es necesario, D’s es el sostén de todos los caídos» (Salmos 145), ante lo cual Rabí Shamai tuvo el coraje de puntualizar que la intención de la palabra ‘sostén’ era evitar que cayera, y el Rebe asintió. Asimismo, cuando el médico ordenó colocar dos almohadones bajo su cabeza vio que el Rebe los corría y se dormía sin ellos. «Volví a colocar los almohadones en su sitio, el Rebe apoyó en estos su cabeza y me dijo que tenía una montaña alta bajo su testa, a lo que le respondí: ‘es a los justos a quienes les parece que es una montaña alta’ (parafraseando al Tratado de Sucá 52(A)), y ya no los movió».

Contó también que durante el Holocausto el Rebe estaba muy preocupado y entendía que los malos rumores no se debían ocultar de las familias de las posibles víctimas. A pesar de ello, no le contaban toda la información que llegaba, pero de todas maneras él sabía la envergadura de la catástrofe que azotaba al pueblo de Israel, a los jasidim y a su familia. Escribió también que tras el Holocausto, cuando los sobrevivientes llegaron donde el Rebe, este los recibía con un semblante alegre y jocoso para alentarlos y reforzarlos, pero antes de que estos entraran y luego de que salían estaba ‘muy triste y suspiraba repetidamente’. Contó también que al comenzar la guerra enterraron los manuscritos del libro Imrei Emet en un pozo y al concluir esta fueron a buscarlos y no los hallaron, y tras varios intentos fallidos el Rebe dijo: «Quizás así deba ser, esa clases fueron dichas para aquellos judíos (los asesinados en el Holocausto)».

Tras el fallecimiento del Rebe durante la guerra de la independencia, Rabí Shamai siguió a su hijo, el autor del libro «Beit Israel», así como a los sucesivos Rebes de Gur.

En el ejército

Durante la guerra de la independencia, se enroló en el Ejército de Defensa de Israel a instancias del Rebe y fue uno de los comandantes de la unidad Tuvia, un batallón formado por civiles que se dedicaba especialmente a la construcción de fortificaciones o trincheras. Sus soldados eran estudiantes de yeshivá y él, en su carácter de albañil experimentado, los dirigía. Una de sus acciones fue preparar una zanja para detener a los tanques jordanos que estaban a punto de invadir la ciudad de Jerusalém. Se cuenta que condujo la batalla contra los tanques enemigos que cayeron en la zanja y que posteriormente pasaron a manos del ejército israelí.

En su librillo, Rabí Shamai cuenta que antes de la guerra de la independencia, en el tiempo de las acciones de los movimientos clandestinos (mientras servía de ayudante del Rebe) «fui miembro activo en las filas de los defensores y cumplí las funciones que se me encargaron. Llevé a cabo numerosas operaciones tan importantes como peligrosas». Una vez, cuando le dije que iba rumbo a una acción peligrosa nuestro maestro, (el Imrei Emet) de bendita memoria, me dijo estas palabras: ‘Antes de salir a una de tus acciones dímelo y no padecerás angustia alguna». Y así fue. Continuó su relato: «Luego, fui a un sinnúmero de actividades peligrosísimas con la frente en alto y no temí, ni siquiera me agachaba cuando las balas silbaban a mi alrededor (durante la guerra de la independencia) … esto y más, después del fallecimiento de nuestro maestro, de bendita memoria, cuando precisaba salir rumbo a las misiones más arriesgadas, me dirigía primero a su tumba para avisarle que salía a un operativo…» En el año 5751 (1991) escribió: «Jamás actué como comandante, a cada acción que reportaba algún peligro iba solo. A D’s gracias, de todos los alumnos de la yeshivá que participaron en la unidad Tuvia no faltó ni cayó ninguno.

En la Agencia Judía

A finales del año 5709 (1949) comenzó a trabajar en la Agencia Judía en Jerusalém como representante de Po’alei Agudat Israel. Su cargo era rabínico, y su área de responsabilidad giraba en torno a las cuestiones de kashrut y Halajá en todos los campamentos de inmigrantes y en los barcos que los traían. En el marco de su labor viajó a diferentes países y se ocupó de la dilucidación de numerosas halajot. Por algún motivo, en el libro que se editó en su honor titulado ‘HaGaón HaJasid’ (‘el erudito piadoso’) no se menciona la cuestión de las conversiones en Viena. Aparentemente, sus descendientes consideraron que no convenía manchar su nombre con calumnias a pesar de que el Rebe de Gur le apoyaba en ese tema. Sin embargo, en el libro se menciona que bajo las instrucciones del Rebe (autor del libro) «Beit Israel», Rabí Shmaia había erigido ya un campamento de inmigrantes en Viena antes de que se iniciara la aliá de los judíos provenientes de la Unión Soviética, y cuando se abrieron los portones y los inmigrantes comenzaron a llegar, en la Agencia Judía se sorprendieron del hecho de que él ya había preparado el campamento para absorberlos.

En el marco de su cooperación con rabinos del movimiento sionista religioso que se dedicaban a la construcción del país publicó artículos de asuntos religiosos en la revista «Shvilín» (‘senderos’), que era el órgano de difusión escrita del consejo de rabinos del partido HaPo’el HaMizraji, en el periódico «Shaná BeShaná» (‘año tras año’) del Gran Rabinato de Israel y en el periódico «No’am» (‘agrado’) que editaba el Rabino Kasher, quien a su vez era un jasid de Gur sionista y fue el autor del libro titulado «HaTekufá HaGuedolá» (‘la gran época’) que habla sobre el Estado de Israel y el inicio del proceso de la Redención. En su carácter de hombre de confianza de los Rebes de Gur, durante decenas de años el Rabino Shamai fue el director del Kolel Polín. En el marco de esta función se ocupó largamente de acciones generosas y de caridad, y fue también socio en el establecimiento de la sucursal jerosolimitana del movimiento Po’alei Agudat Israel.

Sus libros «Imrei Shamai»

A partir del año 5735, tras recuperarse de una dura enfermedad, comenzó a publicar su serie de libros «Imrei Shamai» (dichos de Shamai) con la ayuda de su yerno, el Rabino Yejezkel Ashlag – Rebe de Ashlag, nieto del autor del comentario HaSulam e hijo del Rabino Shlomó Biniamín que estaba también vinculado a los alumnos de la yeshivá «Merkaz HaRav». La serie incluyó ocho tomos, y están dedicados a la Halajá, la Agadá y a los cinco libros de la Torá.

Durante su último mes de vida, embargado por la tristeza, le dijo a su nieto con lágrimas en sus ojos que no recordaba en qué página se encontraba tal o cual pasaje talmúdico, luego lo recordó y se alegró enormemente. El 20 de Shevat del 5757 (1997) falleció y fue enterrado en el Monte de los Olivos junto al Rebe de Gur.

Estos conceptos fueron escritos con la ayuda del Rabino Tzuriel Jalamish y el libro «HaGaón HaJasid» del Rabino Guinzburg.

En otra ocasión, habré de contar cómo hizo funcionar al tribunal rabínico especial de conversión en Viena, que estaba destinado a evitar el ingreso de gentiles a Israel y la posibilidad de los consiguientes casamientos mixtos. Lamentablemente, a raíz de las calumnias, quedó sin efecto la iniciativa de revisar la identidad judía de quienes pedían inmigrar a Israel antes de que llegasen, para convertir a los interesados estando todavía en el extranjero y rechazar a quienes no mostraban interés en su identidad judía. Así, en el marco de la ley del retorno, entraron al país cientos de miles de parientes de judíos sin pasar conversión.

כתבות נוספות באתר:

METZORÁ 2024

Cuatro copas de alegría y redención Los sabios instituyeron que se beban cuatro copas a lo largo del orden de la Hagadá

TAZRÍA 2024

LEYES REFERENTES A LA «MATZÁ ENRIQUECIDA» (MATZÁ ASHIRÁ) Y LOS MEDICAMENTOS PARA PESAJ El consumo de «matzá enriquecida», esto es, si se

Shevet Leví: servidores públicos

Shevet Leví: servidores públicos   En oposición al argumento según el cual los miembros de la tribu de Leví estudiaban Torá y

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *